Para comenzar se definirán los conceptos sobre los que se basa el trabajo para lograr profundizar el conocimiento en dicho tema y facilitar la comprensión del trabajo respecto de lo que se considera que son los conceptos básicos englobado en este trabajo práctico.
Responsabilidad social empresaria (según DERES, una organización de empresas que promueve el desarrollo conceptual y práctico de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) en Uruguay): es una visión de negocios que integra a la gestión de la empresa, el respeto por: los valores y principios éticos, los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente.
Medio ambiente (según el “Diccionario panhispánico de dudas” de la RAE): Es un conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades’.
Responsabilidad social empresaria (según DERES, una organización de empresas que promueve el desarrollo conceptual y práctico de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) en Uruguay): es una visión de negocios que integra a la gestión de la empresa, el respeto por: los valores y principios éticos, los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente.
Medio ambiente (según el “Diccionario panhispánico de dudas” de la RAE): Es un conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades’.
El pago de impuestos es una forma de responsabilidad social dependiendo la redistribución que se haga con éstos, si un Estado destina el 0% de su presupuesto al cuidado del medio ambiente no; en caso de que el Estado tenga una porción de las ganancias destinada con éste fin entonces sí. El pago de impuestos es responsabilidad social siempre en cuanto afecte a todos los factores de la RSE (responsabilidad social empresaria) exceptuando el medio ambiente que depende del dinero que se le asigne a ese rubro en específico. (Lo mismo sucede con todos los factores, pero se hace énfasis en el medio ambiente porque no suele conformar una parte significativa del presupuesto a diferencia del resto). La industria, por definición, transforma materias primas en productos elaborados de forma masiva. Teniendo esto en cuenta, se puede decir que toda actividad industrial contamina el medio ambiente ya que un contaminante denota algún cambio o desequilibro en un ecosistema, en un ser físico o un ser vivo. Cualquier transformación de la naturaleza en forma masiva genera un desequilibro (por más mínimo y/o renovable/recuperable que sea, toda acción en la naturaleza altera el balance natural), y en caso de no ser masivo no se denomina industria. En caso de que determinada empresa contrareste sus acciones sobre el medio ambiente no quiere decir que no haya contaminado en primer lugar.
El trabajo en negro es una forma de atenuar el desempleo porque probablemente de otra manera pasaría a formar parte de el grupo de desempleados. Tiene sus desventajas y no contribuye impositivamente. Una ley que prohíba la contaminación sería absurda y paralizaría la economía, una ley que imponga una disminución en la contaminación o que según estándares cuantitativos y cualitativos intime a las empresas a contrarestar su impacto ambiental dependiendo de la cantidad y calidad de contaminantes que genere sería más apropiada. Por supuesto legislación como ésta limitaría la inversión extranjera. En caso de no existir tal ley las empresas no tienen la obligación de reducir la contaminación, aunque éticamente y moralmente (según una moralidad objetiva con base en un balance general, es decir, razonar que los “justo” es dejar al medioambiente del mismo modo o mejor que el que fue dejado para asegurar un desarrollo y así encaminarse al “bien común” y no basarse en intereses propios, privados o grupales) deben disminuirla a su menor expresión posible. Las consecuencias de la contaminación empresarial (de gran magnitud) debería no sólo basarse en una multa que arregle el daño (en caso de contaminación empresarial de poca magnitud los impuestos funcionarían como atenuador del impacto ambiental), sino también debería extenderse a una campaña de concientización en la empresa, especialmente en los directivos para evitar futuras ofensas. También, buscando un lado positivo al ecologismo desde la mentalidad puramente capitalista se puede sostener que la RSE sirve como una mejoría en la imagen de la empresa (especialmente en una población concientemente ecologista, ya que en caso contrario no se apreciaría el trabajo de éstas empresas y pasaría inadvertido, por eso es importante que la concientización de no contaminar no sólo se realice en empresas). De esta manera se conforma una competencia por mantener un status ecologista y ganar el afecto de los consumidores. El cuidado del medio ambiente debe ser una política tanto del Estado como de los particulares, aunque con diferencias: el Estado debe, en un principio, cuidar el medio ambiente mientras lleva a cabo un programa de educación poblacional para estimular a la sociedad (los particulares) a cuidar el medioambiente. El rol del Estado debe gradualmente desaparecer en cuanto al cuidado del medio ambiente, delegando ésta responsabilidad a los particulares a medida que la mentalidad de la sociedad cambia. El Estado puede permanecer actuando en cuanto a formar una cultura ecológica pero el cuidado práctico, en acciones, debe ser llevado a cabo por particulares en una etapa final de ésta concientización.
Los objetivos de las empresas varían dependiendo de sus creadores, organizadores y dirigentes, en muchos casos el objetivo es sólo obtener dinero, en otros es facilitarle algún bien o servicio a la sociedad mejorando la calidad de vida, etc. Esto es teniendo en cuenta la definición de empresa en cuanto a sus actividades económicas y fiancieras. Otras definiciones (como la de la Comisión de la Unión Europea) pueden tener como objetivo hasta la supervivencia, ya que ésta es cualquier entidad que ejerza una actividad económica (Por ejemplo, una familia que pezca y ni siquiera comercia sus bienes). Existen muchas definiciones de empresa, por eso, el objetivo varía según definición, algunas sostienen que la última finalidad es obtener dinera, otras que depende de la gente que la maneje. En líneas generales, se puede trazar la conclusión de que los objetivos finales de las empresas coinciden con los de los humanos de ésta época: generar felicidad y trascender; para esto se necesita poder, y el poder se puede obtener a través del dinero. Estableciendo así al dinero como un medio, no como un fin.
Las empresas dependiendo su ubicación y la legislación local puede o no tener responsabilidad sobre sus actos y cómo modifican su entorno, pero ética y moralmente deberían tenerla. Los elementos de seguridad que protejan a los empleados de las empresas de los efectos de sus propios contaminantes, con los que tienen contacto a diario agregan un costo laboral extra, pero puede prevenir problemas como denuncias o pagos extra por trabajo insalubre, así como puede significar únicamente un gasto en empresas protegidas por la legislación local o cuya explotación de recursos y/ó empleados sea facilitada para generar empleo. Es un costo circunstancial dependiendo de la ética empresarial, el lugar dónde la empresa está instalada y los intereses privados relacionados. En conclusión la RSE es el aspecto social de las empresas en cuanto a su entorno, ésta puede favorecer las ganancias de la empresa y también puede conformar un gasto extra, conformando idealmente un balance. A largo plazo suele generar mayor cantidad de ganancias si la empresa cuenta con RSE, pero en caso de tener una mentalidad capitalista sin reparos en la sociedad y la naturaleza puede obtener aún más ganancias, pero no a largo plazo, sino que sirve como parche para el desempleo.La generación de un residuo puede conformar un costo mayor si no se planea permanecer formando parte de la economía local, si esta empresa asume compromisos para mejorar la calidad de vida de la sociedad entonces cuento con una serie de mejoras que permiten su establecimiento prolongado (ej: más productividad, apoyo social en situaciones de crisis, reducción de costos operativos con el reciclaje y actividades ecologistas, etc). Los costos adicionales según los recursos utilizados son acordados con el gobierno de turno de los Estados. Actualemente contaminar no es excesivamente penalizado en la mayoría de los países tercermundistas, permitiendoles a las empresas explotar los recursos sin responsabilidad al respecto, sólo un cargo de conciencia y con la obligación de generar determinada cantidad de empleo y ganancias mínimas en comparación con las totales provenientes de los recursos extraídos (muchas veces de manera contaminante y carente de conciencia ecologista).
El trabajo en negro es una forma de atenuar el desempleo porque probablemente de otra manera pasaría a formar parte de el grupo de desempleados. Tiene sus desventajas y no contribuye impositivamente. Una ley que prohíba la contaminación sería absurda y paralizaría la economía, una ley que imponga una disminución en la contaminación o que según estándares cuantitativos y cualitativos intime a las empresas a contrarestar su impacto ambiental dependiendo de la cantidad y calidad de contaminantes que genere sería más apropiada. Por supuesto legislación como ésta limitaría la inversión extranjera. En caso de no existir tal ley las empresas no tienen la obligación de reducir la contaminación, aunque éticamente y moralmente (según una moralidad objetiva con base en un balance general, es decir, razonar que los “justo” es dejar al medioambiente del mismo modo o mejor que el que fue dejado para asegurar un desarrollo y así encaminarse al “bien común” y no basarse en intereses propios, privados o grupales) deben disminuirla a su menor expresión posible. Las consecuencias de la contaminación empresarial (de gran magnitud) debería no sólo basarse en una multa que arregle el daño (en caso de contaminación empresarial de poca magnitud los impuestos funcionarían como atenuador del impacto ambiental), sino también debería extenderse a una campaña de concientización en la empresa, especialmente en los directivos para evitar futuras ofensas. También, buscando un lado positivo al ecologismo desde la mentalidad puramente capitalista se puede sostener que la RSE sirve como una mejoría en la imagen de la empresa (especialmente en una población concientemente ecologista, ya que en caso contrario no se apreciaría el trabajo de éstas empresas y pasaría inadvertido, por eso es importante que la concientización de no contaminar no sólo se realice en empresas). De esta manera se conforma una competencia por mantener un status ecologista y ganar el afecto de los consumidores. El cuidado del medio ambiente debe ser una política tanto del Estado como de los particulares, aunque con diferencias: el Estado debe, en un principio, cuidar el medio ambiente mientras lleva a cabo un programa de educación poblacional para estimular a la sociedad (los particulares) a cuidar el medioambiente. El rol del Estado debe gradualmente desaparecer en cuanto al cuidado del medio ambiente, delegando ésta responsabilidad a los particulares a medida que la mentalidad de la sociedad cambia. El Estado puede permanecer actuando en cuanto a formar una cultura ecológica pero el cuidado práctico, en acciones, debe ser llevado a cabo por particulares en una etapa final de ésta concientización.
Los objetivos de las empresas varían dependiendo de sus creadores, organizadores y dirigentes, en muchos casos el objetivo es sólo obtener dinero, en otros es facilitarle algún bien o servicio a la sociedad mejorando la calidad de vida, etc. Esto es teniendo en cuenta la definición de empresa en cuanto a sus actividades económicas y fiancieras. Otras definiciones (como la de la Comisión de la Unión Europea) pueden tener como objetivo hasta la supervivencia, ya que ésta es cualquier entidad que ejerza una actividad económica (Por ejemplo, una familia que pezca y ni siquiera comercia sus bienes). Existen muchas definiciones de empresa, por eso, el objetivo varía según definición, algunas sostienen que la última finalidad es obtener dinera, otras que depende de la gente que la maneje. En líneas generales, se puede trazar la conclusión de que los objetivos finales de las empresas coinciden con los de los humanos de ésta época: generar felicidad y trascender; para esto se necesita poder, y el poder se puede obtener a través del dinero. Estableciendo así al dinero como un medio, no como un fin.
Las empresas dependiendo su ubicación y la legislación local puede o no tener responsabilidad sobre sus actos y cómo modifican su entorno, pero ética y moralmente deberían tenerla. Los elementos de seguridad que protejan a los empleados de las empresas de los efectos de sus propios contaminantes, con los que tienen contacto a diario agregan un costo laboral extra, pero puede prevenir problemas como denuncias o pagos extra por trabajo insalubre, así como puede significar únicamente un gasto en empresas protegidas por la legislación local o cuya explotación de recursos y/ó empleados sea facilitada para generar empleo. Es un costo circunstancial dependiendo de la ética empresarial, el lugar dónde la empresa está instalada y los intereses privados relacionados. En conclusión la RSE es el aspecto social de las empresas en cuanto a su entorno, ésta puede favorecer las ganancias de la empresa y también puede conformar un gasto extra, conformando idealmente un balance. A largo plazo suele generar mayor cantidad de ganancias si la empresa cuenta con RSE, pero en caso de tener una mentalidad capitalista sin reparos en la sociedad y la naturaleza puede obtener aún más ganancias, pero no a largo plazo, sino que sirve como parche para el desempleo.La generación de un residuo puede conformar un costo mayor si no se planea permanecer formando parte de la economía local, si esta empresa asume compromisos para mejorar la calidad de vida de la sociedad entonces cuento con una serie de mejoras que permiten su establecimiento prolongado (ej: más productividad, apoyo social en situaciones de crisis, reducción de costos operativos con el reciclaje y actividades ecologistas, etc). Los costos adicionales según los recursos utilizados son acordados con el gobierno de turno de los Estados. Actualemente contaminar no es excesivamente penalizado en la mayoría de los países tercermundistas, permitiendoles a las empresas explotar los recursos sin responsabilidad al respecto, sólo un cargo de conciencia y con la obligación de generar determinada cantidad de empleo y ganancias mínimas en comparación con las totales provenientes de los recursos extraídos (muchas veces de manera contaminante y carente de conciencia ecologista).
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